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Al menos 19 países, principalmente en Europa, se han visto envueltos en el escándalo de los huevos contaminados por fipronil, un insecticida cuyo uso está prohibido en la cadena alimentaria.
Pero, ¿qué es el fipronil?, ¿su consumo supone un riesgo para la salud?.... Te contamos todo lo que tenés que saber para estar correctamente informado.
¿Qué es el fipronil?
El fipronil es un insecticida autorizado, para actuar contra ácaros, pulgas, garrapatas y otros insectos en mascotas. También es muy indicado en el control de hormigas y cucarachas. Su uso está prohibido en animales destinados a la cadena alimentaria, como las gallinas y los pollos. Está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “moderadamente tóxico" para los humanos. Como plaguicida agrícola se limitó su uso al tratamiento de semillas que van ser sembradas.
¿Su consumo es peligroso para la salud?
En este caso la presencia de fipronil se detectó en los huevos, llegando a ellos por haber rociado sobre las gallinas para eliminar los ácaros. El producto tiene la capacidad para acumularse en el tejido adiposo, por lo que los restos de esta fumigación pueden llegar a la yema de los huevos. Varios expertos en seguridad alimentaria consultados por el diario “El Mundo” han aclarado que, con la cantidad presente en los huevos detectados, para que el producto suponga un riesgo para la salud sería necesaria una ingesta elevada y prolongada del mismo. El producto tiene su cuestionamiento no por su alta toxicidad sino por su impacto en especies de insectos “no blanco”, por ejemplo, sus efectos sobre las abejas fueron muy nocivos, debido a que son insectos sociales, y llegaban a los colmenares infectadas y/o con el polen contaminado, elimando toda la colonia. Todos los insecticidas utilizados en el control de plagas presentes en cultivos o en animales de cría (tanto mamíferos como aves) antes de ser cosechados o faenados respectivamente, deben respectar un “tiempo de carencia”, necesario parar lograr que los insecticidas en ellos presente se degraden y lleguen a los valores permitidos. Cuando el alimento ya procesado entra a la cadena alimentaria, a estos se los analiza para determinar que ninguna de las sustancias sobrepase los niveles máximos de residuos (LMR). No solamente se determinan estos valores en insecticidas, sino también presencia de hormonas, medicamentos, desinfectantes, etc. Todos ellos también tienen un LMR. Fernando Melgar, Titular de Dapquim, explica: “Antes de realizar una exportación de alimentos, tanto de origen animal como vegetal, los organismos estatales locales determinarán si los valores cumplen con los estándares establecidos para el país de destino. Cada uno de ellos en particular tiene un valor permitido. Si se pasan de ese valor no son aceptados. En este caso del fipronil se detectó por arriba de los valores permitidos. Como se podría haber detectado cualquier otro principio activo.”, afirma.
¿Por qué, entonces, está prohibida su presencia en la cadena alimenticia?
Debido a los graves episodios de intoxicación por plaguicidas que se produjeron en el continente hace décadas, la regulación en este sentido es «extremadamente estricta en Europa», explica Ana Ferrer, especialista en Toxicología Clínica del Hospital Universitario de Zaragoza. La normativa es tan garantista, señala, que los límites de insecticidas que se fijan como máximos están muy lejos de suponer un peligro real. "Que se haya transgredido la regulación no quiere decir que se haya producido una amenaza para la salud humana", subraya.
¿Qué dice la normativa?
La regulación con respecto a los pesticidas establece que el residuo máximo de fipronil que puede detectarse en huevos es 0,003 mg/Kg. Se han detectado hasta 0,92 mg/Kg de fipronil en alguna de las muestras analizadas en Holanda, pero Ana Ferrer señala que, en investigaciones en ratas, la dosis letal a partir de la que morían al menos la mitad de los animales analizados se fijó una cifra muy superior: 97 mg/Kg. "En humanos la dosis letal no está descrita porque apenas se han dado casos de intoxicaciones con excepción de gestos suicidas" en los que el insecticida se consumió directamente.
¿Qué son los niveles máximos de residuos (LMR)?
Los niveles máximos de residuos (LMR) hacen referencia a los niveles superiores legales de una concentración de residuos de plaguicidas en alimentos o piensos. Estos niveles se determinan en función de unas buenas prácticas agrícolas para una menor exposición del consumidor sin que ello afecte a la protección de los cultivos. Estos niveles se establecen una vez el producto está listo para consumir. Estos LMR se refieren a límites toxicológicamente aceptables, no a límites toxicológicos, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), lo que significa que representan la cantidad máxima de un residuo que es posible encontrar en un producto alimentario de origen vegetal o animal como consecuencia del uso legal. Por tanto, debe tenerse en cuenta que superar estos LMR no es sinónimo siempre de un riesgo para la salud, porque no representa la cantidad máxima de la sustancia activa que puede ser perjudicial.
¿Cómo llegó el fipronil a los supermercados?
as primeras investigaciones indican que fue la empresa holandesa Chick Friends, especializada en desinfección de granjas, la que empleó este insecticida prohibido. Parece que el producto, importado a través de la compañía belga Poultry Vision, se mezcló con otras sustancias que sí están permitidas como plaguicidas en estos casos. La Comisión Europea ha encargado una investigación para averiguar por qué las autoridades belgas, que han acusado a las holandesas de falta de cooperación, no informaron adecuadamente de la detección de los primeros casos.
¿Elimina la sustancia la cocción de los huevos?
No, ningún método de cocinado elimina la sustancia presente en los huevos.
En Resumen
El fipronil es un activo presente en muchas formulaciones, incluso de cebo tanto cucarachicidas como para hormigas. Su correcta formulación y adecuada aplicación, hacen poco probable que este tipo de tratamientos contamine alimentos, incluso es elegido por su efectividad localizada, y por su baja toxicidad y alto poder residual.
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