Por Richard Kramer

Durante la batalla de Bulge, uno de los conflictos más famosos durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aliadas se vieron completamente rodeadas por las tropas de Alemania. Cuando los alemanes les sugirieron permitirles rendirse, el comandante de las fuerzas aliadas respondió con una sola palabra: -“ minga”. Pero entonces los aliados continuaron escapando de su situación difícil.

Una situación similar existe con la resistencia en Blattella germánica. Los técnicos a menudo se sienten completamente acosados y superados por este problema, aunque tengamos en nuestro arsenal las herramientas para decir simplemente “ minga” y ganar la guerra.

Una edición reciente del “Jornal de Entomología Económica” contenía un artículo de investigación escrito por Steven M. Valles titulado: “Detección de Resistencia a Lambda-cyhalothrina en la cucaracha alemana (Blattodea: Blattellidae) que se ocupaba de los métodos de detectar la resistencia a este tipo de insecticida. El artículo informaba sobre una significativamente alta resistencia a la lambda-cyhalothrina en poblaciones de Blattella germánica recogidas a campo. Este artículo sirve como un recordatorio que la resistencia a algunas clases de insecticidas es una realidad. A primera vista, estas noticias deben ser chocantes considerando que el ingrediente activo se ha introducido sólo recientemente en el mercado de manejo de plagas urbanas. No obstante, en mi opinión, no es necesario sorprenderse o alarmarse.

NO DEBEMOS TEMER A LA RESISTENCIA.

Esta aparentemente rápida aparición de resistencia no es nada nuevo en la industria. Cuando el Bendiocarb recién fue presentado al mercado de control de cucarachas a mediados de los años 70, los informes de resistencia fueron prácticamente inmediatos. Finalmente fue determinado que Blattella germánica estaba predispuesta a presentar resistencia la Bendiocarb debido a su alta y repetida exposición a los insecticidas organo-clorados durante los años ’50 y ’60. Este fenómeno es típicamente conocido como resistencia cruzada. Al combinar el Bendiocarb con un sinergista como butóxido de piperonilo (PBO), esta tendencia a la resistencia era superada.

Una situación similar ha ocurrido con muchos insecticidas piretroides (p.ej., lambda-cyhalothrina) debido al amplio uso de una gran variedad de piretroides durante los últimos años. En alguna medida, la resistencia ha sido un problema con la mayoría de las clases de insecticidas, p.ej. órgano-clorados, carbamatos, órgano-fosforados y piretroides. Ahora, el uso de órgano-clorados ha cesado, el uso de órgano-fosforados y carbamatos ha decliando y los piretroides se han transformado en el arma principal entre los insecticidas líquidos para el control de Blattella germánica.

Se han reportado solamente bajos niveles de resistencia para el acefato, el único organofosforado que ha superado la prueba de tiempo en comparación con los dos organofosforados más ampliamente utilizados, el diazinón y el clorpirifós. La reformulación de estos productos como cebos me produce alguna preocupación mental. No obstante, el hecho de que estos productos sean ingeridos puede sortear algunos de los mecanismos de resistencia que se producen a nivel de la cutícula de las cucarachas (por ej. el el engrosamiento de la cutícula, la capa serosa más gruesa, incremento de lípidos, etc.) Solamente el tiempo lo dirá. Tan solo hace cinco años, yo nunca hubiera considerado la posibilidad de que la resistencia por parte de Blattella germanica hacia los insecticidas tuviera pocas consecuencias. Hoy día, no obstante, dado que tenemos nuevas herramientas que nos permiten un manejo efectivo y, en muchos casos, exterminar algunas poblaciones, el futuro del control de cucarachas es brillante y la resistencia debe ser nuestra menor preocupación. Las palabras clave en esta discusión son “poblaciones de Blattella germanica”. Poblaciones, no especies, son manejadas y exterminadas. La Resistencia es un problema en poblaciones, no en la especie. De hecho, a través de la selección por insecticidas, la industria ha creado cepas de cucarachas que varían significativamente en su resistencia a los insecticidas.

Por ejemplo, la población en un edificio de departamentos puede ser significativamente diferente a la de la vereda de enfrente según los productos que se hayan utilizado en los respectivos edificios. Las diferencias entre poblaciones parecen no ser tanto problema en departamentos del mismo edificio debido a similares tipos de exposición y a la habilidad de las cucarachas para moverse más libremente entre las unidades y entrecruzarse.

CALCULANDO LAS TENDENCIAS DE RESISTENCIA.

La resistencia ha sido una preocupación muy importante con respecto a Blattella germanica pero de poca relevancia con las demás especies domésticas (p.ej. Periplaneta americana, Blatta orientalis o Supella longipalpa). Esto es debido al potencial reproductivo que es significativamente mayor en Blattella germanica que en cualquiera de las otras especies. Blatella germanica produce fácilmente cuatro a cinco generaciones por año como también numerosas cápsulas que contienen el doble de huevos que las de las otras especies. Y aunque también se pueden encontrar grandes poblaciones de las otras especies, requieren mayor tiempo para crecer. Además, las otras especies de cucarachas son menos propensas a desarrollar resistencia porque sus poblaciones son erradicadas más rápidamente sin necesidad de aplicaciones extensivas de plaguicidas. La clave es aplicar el producto adecuado en los lugares correctos.

No veo razón para alarmarse al tratar de erradicar y controlar poblaciones de cucarachas dado que nuestra industria tiene las herramientas (cebos o formulaciones en polvo) para lograr el objetivo y estas herramientas no han mostrado un significativo desarrollo de resistencia.

Si usted decide elegir insecticidas líquidos, que también pueden ser efectivos, no hay necesidad de cambiar. No obstante, si los insecticidas líquidos no funcionan, considere la posibilidad de utilizar cebos o polvos como el ácido bórico. No hay evidencia de ninguna resistencia significativa a ninguno de los ingredientes activos utilizados exclusivamente como cebos, p.ej.: Hidrametilnona, abamectina, fipronil o ácido bórico. Dado que estos productos son tóxicos estomacales que actúan por ingestión, no están sujetos a ninguno de los mecanismos de resistencia que afectan a los insecticidas aplicados como rociados de superficie y que son absorbidos a través de la cutícula de las cucarachas.

TOMANDO EL CEBO.

Los cebos son menos propensos a ser utilizados abusivamente. Dado que generalmente son visibles, hay menor propensión a reaplicarlos con mucha frecuencia. Los rociados no son visibles, por lo cual, cuando se siguen viendo cucarachas en casa del cliente, la tendencia es reaplicar el producto. Los cebos son aplicados en concentraciones fijas que no permiten mezclar el producto en bajas concentraciones para “ahorrar” dinero o en concentraciones altas para asegurarse que la mezcla sea lo suficientemente fuerte como para ser efectiva. De ambas prácticas puede derivar el desarrollo de resistencia.

Los esfuerzos de los investigadores en la actualidad están enfocados hacia el desarrollo de nuevos ingredientes activos formulados como cebos (y se nota la falta de interés en desarrollar nuevos líquidos residuales) para el control de Blattella germanica de donde aparecerán nuevos productos. Estos productos tendrán diferentes modos de acción lo que permitirá sortear los problemas de resistencia que actualmente encontramos en poblaciones de Blattella germanica. Hoy día, pocos técnicos se quejan por problemas de resistencia; no obstante, expresan su preocupación acerca de la posibilidad de que nos estemos poniendo fuera del negocio a través del uso de herramientas más efectivas, como los cebos. ¡No nos preocupemos!

El Dr. Richard Kramer es un entomólogo certificado y se desempeña como director técnico de American Pest Management, Takoma Park, Md.

Traducción: Carlos A. Bertomeu