Técnica del Triple Lavado

La técnica del Triple Lavado consiste en enjuagar con agua limpia tres veces el envase vacío de producto domisanitario.

Esto significa:
Economía, por el aprovechamiento total del producto, más Seguridad, en el manipuleo y disposición posterior de los envases y Ambiente, protegido por eliminación de factores de riesgo.

Los envases vacíos deben ser totalmente escurridos en el momento de agotar su contenido (no después), para ello deberán mantenerse en posición de descarga no menos de 30 segundos. Hasta que se agote su contenido, situación ésta que se evidencia por un goteo espaciado.

Para proceder al Triple Lavado, se deberá llenar el envase vacío con agua limpia, aproximadamente una cuarta parte de su volumen total (Primer paso), se ajustará el tapón y se agitará enérgicamente (Segundo paso).

El agua proveniente de esta limpieza se agregará al tanque de la pulverizadora para ser utilizado en la tarea de aplicación prevista (Tercer paso).

Esta operación deberá repetirse por lo menos dos veces más, especialmente con aquellos envases que contuvieron un producto de naturaleza viscosa.

Se utilizará siempre agua proveniente de cañerías o canillas, nunca se colocarán o sumergirán los envases en acequias, cursos de agua o lagunas para su lavado, ya que estas fuentes de agua quedarán, seguramente, contaminadas.

Escurrir totalmente el contenido del envase.

Primer paso: llenar el envase vacío con agua limpia, con una cuarta parte de su volumen total.

Segundo paso:
ajustar la tapa y agitar enérgicamente.

Tercer paso:
agregar al tanque de la pulverizadora el agua proveniente de esta limpieza.

Repetir esta operación por lo menos dos veces más.

Inutilizar los envases vacíos haciéndoles varias perforaciones en el fondo.

Una vez finalizada la tarea de aplicación en el campo, los envases vacíos deberán ser inutilizados, haciéndoles varias perforaciones en el fondo con un elemento punzante y se los llevará a un depósito transitorio; éste deberá estar ubicado en un sector aislado del campo, muy bien delimitado e identificado, cubierto, bien ventilado y al resguardo de factores climáticos. Solamente deberá tener acceso el personal capacitado, no pudiendo hacerlo niños ni animales domésticos. No deben almacenarse envases vacíos en pozos o basureros abiertos, ya que son una fuente potencial de contaminación ambiental y evita que personas o animales estén en contacto con estos residuos.

Los envases vacíos e inutilizados, fuera de sus cajas o embalajes originales, es conveniente colocarlos en bolsas contenedoras o envases especiales perfectamente identificables, clasificados según naturaleza y tamaño.

Fuente: www.caecpla.org.ar